Cazadores de mitos: El baño.

Publicado en por La bea

Cazadores de mitos: El baño.

"Solo se que no se nada". Frase donde las hallas.

Eso es lo que me pasa a mí desde que tengo peques, pues muchas cosas que creía saber sobre ellos he descubierto que tan sólo son un mito. Por lo que a parte de convertirme en madre  también me convertí en una cazadoras de mito.

En este post quiero hacer referencia al primer mito que desmentí, el baño. Ocurrió con mi título de madre recién sacado.

Con respecto al baño, he comprobado que existen dos mitos.

Mito 1A todos los bebés le encanta el baño.

Mito 2: A todos los peques le relaja el baño.

Mito 1Desde siempre tenía entendido que a todo los bebés les gustaba el baño. Veía a mis sobrinos disfrutar de en sus mini bañeras. ¡¡Para comérselos!!.

Entonces llegó el día en que tuve a mi propio bebé y también llegó el esperado día de su primer baño:

Lo teníamos todo preparado con esmero: 

La habitación donde íbamos a bañarlo se encontraba a la temperatura óptima. 

El agua también estaba a la temperatura adecuada, tal y como indicaba el termómetro de osito. 

Música de fondo. 

Dos padres primerizos ilusionados esperando ver a su bebé disfrutar de su primer baño. 

Ese bebé listo para meterse en la bañera...

Y ese bebé que se moja el dedo del pie y parece que en vez de en agua ha metido el pie en aceite hirviendo y empieza a llorar como si no hubiera un mañana para sorpresa y congoja de sus padres que tienen que hacer el primer baño de su bebé sudando la gota gorda y a la misma velocidad que si estuvieran desconectando una bomba :

-¿Azul o rojo?.¿Cual cable corto?.

-  El que sea pero que termine ya este suplicio.

¡Que alivio sentimos al terminar!.

Al día siguiente cuando tocaba bañar al peque de nuevo mi pareja y yo nos miramos:

- Total tampoco hace falta que los bañemos todos los días. Los bebés no sudan tanto...

Y así fue como empezaron un par de meses, donde la hora del baño se convirtió en uno de esos momentos horripilantes del día (post en construcción).

Primer mito desmontado.

Mito 2: Yo tenía entendido que los peques después del baño se quedaban relajados y medio adormilados, a falta tan solo del golpe de gracia, acostarlos.

¡Mentira!. Bueno, o por lo menos en mi caso.

Llega el domingo tarde y después de haber tenido un fin de semana de no parar, les preparo un relajante baño de espuma del que salen arrugados como pasas, después de llevarse un buen rato jugando con todos los juguetes que inundan la bañera. Hay tantos juguetes como agua. Los envuelvo en su albornoz para ponerles el pijama con la esperanza de que la autonomía que les queda, tan solo les permita cenar... pero no, mis peques no están tranquilos, ni relajados, todo lo contrario, parece que en vez de agua he usado coca cola para llenar la bañera. Ponerles el pijama es una tarea complicada, pues es como si recibieran continuas descargas eléctricas. No paran de moverse. ¡Increíble!. Son como dos adolescentes en la edad del pavo. Su actitud es más de ir a una discoteca que de ir a la cama. Me pregunto si para fabricar la sales de baño con olor a mango utilizan speedYo los miro a través de la rendija en la que se han convertido mis ojos, preguntándome porque para mi un baño relajante, es eso, relajante y para mis peques no.

Segundo mito desmontado.

Y hasta aquí mi post de hoy. Nos vemos pronto.

 

 

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